Volver a Creer
Viajar hacia dentro y volver siendo otros.
Desconfía.
Desconfía un poco de todo y de todos, muy particularmente de ti, de todo lo que te cuentas, de los argumentos que te das para no poder, de las culpas que te inventaste. del dolor que se supone que lleves aunque no lo lleves.
El intolerante y mentiroso se hace dueño de la verdad, aunque esté totalmente mintiendo.
Jurar que siempre dices la verdad y repudiar la opinión del otro son comportamientos típicos de una persona intolerante y mentirosa, mitómana de naturaleza. Pensar que el mundo gira en torno a ti y que solo tu puedes ser dueña de la verdad te pueden llevar a muchos problemas en la sociedad. #Llorar #Amenazar #Insultar #Acosar
Son características de ser una crazy, furious without judgment..
La verdad se defiende sola pero por si acaso mi verdad tiene pruebas físicas.
Rodéate de lo que te haga sentir viva.
De esas cosas que te inspiran y te invitan a soñar.
Rodéate de gente buena, que comparta tus gustos, metas, pasiones, y que con su amistad puedan co-crear.
Rodéate de libros, de naturaleza, de silencio y de todo aquello que te pueda enseñar.
Rodéate de magia y permítete creer en ella. Recuerda que tus pensamientos modifican tu realidad.
Tu odio es mi motivación
Deja que el odio de los que odian te empuje a ir más allá en lugar de derribarte. Haz de su odio tus peldaños hacia el logro de algo más grande. Esta será la mejor venganza que puedes dar, demostrando a la gente que están equivocados acerca de ti, y que eres mejor de lo que nunca pudieron imaginar.
La felicidad de amar al hombre correcto
Hay hombres que merecen nuestro amor, son aquellos que hacen que tu mundo sea mejor, que por muchos problemas que la vida te dé, con él todo parezca más sencillo, especialmente cuando caminas de su mano sintiendo que te ama así sin más, sin preguntas, sin cuestionarse nada, viéndote como todo su mundo, así como lo es él para ti. Estar enamorada te pone más bella cada día: El amor tiene muchas caras, es como tu paleta de colores de maquillajes: no siempre será color de rosa, pero por una u otra razón, siempre se anidará en nuestro corazón como el más bello sentimiento que podamos tener. Así de bonito como sientes el amor cuando estás junto a él, tú también maquíllate con los colores más lindos que tengas.
No se quien eres
Yo no sé quién eres
ni como te llamas;
no sé si eres buena,
humana y piadosa,
o eres como todas,
como tantas otras,
Insensible y falsa.
Te conozco apenas,
a través del velo
de mis esperanzas.
Ignoro tu vida,
tus glorias pasadas
y las ilusiones
que para mañana
hilvana tu mente.
Y hasta tu mirada
me es desconocida,
porque no he tenido
la suerte de verte
de cerca a la cara.
Sé que puedo amarte,
porque me haces falta
y estar a tu lado
cuando tú lo quieras,
y para tu historia
¡ser todo o ser nada!
no obstante que ignoro
quién eres,
cómo eres…
y cómo te llamas
#LaFuerzaDeChecid
Quiero ser
Quiero ser... en tu vida, algo más que un instante, algo más que una sombra y algo más que un afán...
Quiero ser en ti mismo una huella imborrable y un recuerdo constante y una sola verdad...
Palpitar en tus rezos con temor de abandono, ser en todo y por todo complemento de ti...
Una sed infinita de caricias y besos, pero no una costumbre de estar cerca de mí...
Quiero ser en tu vida, una pena de ausencia y un dolor de distancia y una eterna amistad...
Algo más que una imagen y algo más que el ensueño que venciendo caminos llega, pasa y se va...
Ser el llanto en tus ojos y en tus labios la risa, ser el fin y el principio, la tiniebla y la luz, la tierra y el cielo.... la vida y la muerte...
Ser igual que en mi vida has venido a ser tú...
#LaFuerzaDeShecid
Quiero ser en ti mismo una huella imborrable y un recuerdo constante y una sola verdad...
Palpitar en tus rezos con temor de abandono, ser en todo y por todo complemento de ti...
Una sed infinita de caricias y besos, pero no una costumbre de estar cerca de mí...
Quiero ser en tu vida, una pena de ausencia y un dolor de distancia y una eterna amistad...
Algo más que una imagen y algo más que el ensueño que venciendo caminos llega, pasa y se va...
Ser el llanto en tus ojos y en tus labios la risa, ser el fin y el principio, la tiniebla y la luz, la tierra y el cielo.... la vida y la muerte...
Ser igual que en mi vida has venido a ser tú...
#LaFuerzaDeShecid
Soy selectiva ¿y qué?
Y díganme porque, ¿por qué está mal visto para muchos ser selectiva? Todos tenemos derecho a elegir de quien y con que nos queremos rodear. Ya es hora de sacarse de la cabeza que debemos abrirle los brazos a cualquiera que venga a querer instalarse en nuestra vida y no nos aporte algo que realmente nos enriquezca.
Basta de hipocresías, cuando no te sientas cómodo en un grupo hazte un favor y busca tu propio lugar. Muchas veces la soledad está implícita en la decisión de ser selectiva porque no muchos entienden que es pasar un tiempo de calidad, de verdadera calidad.
Yo quiero compartir una cena con alguien a quien le interese hablar de las canciones que marcaron su vida, quiero sentarme a tomar un café con alguien que me hable de sus películas favoritas. Quiero compartir un pastel con alguien que me explique cuáles son sus perspectivas de vida.
Quiero sentarme en la playa con alguien que me cuente de sus amores pasados y las lecciones que aprendió de cada uno de ellos.
Quiero viajar con alguien que me cuente todas las anécdotas de su familia y lo que representa para él/ella estar fuera de casa tanto tiempo.
Quiero ir a una fiesta con gente que le guste bailar sin vergüenza al qué dirán. Quiero tomarme unas cervezas con aquella persona que acaba de leer un libro y se ha quedado maravillado por la historia que allí encontró. Quiero hacer un viaje en tren con una persona que le interese la política, el universo y la ciencia.
Quiero compartir mis horas y mis días, con gente que realmente le aporte algo a mi personalidad y a mi vida.
No quiero personas que vengan a mí con el único objetivo de criticar, con problemas sin la intención de encontrar soluciones, que traigan consigo la cizaña y el chisme. Eso no. No sirve de nada.
Sería perfecto poder encontrar personas a tu alcance con quienes compartir todo aquello que piensas y te interesa, pero eso no es posible. Siempre tendremos que lidiar con personas opuestas, que contaminen en vez de purificar.
Y aunque a uno siempre quiera ayudar a salir a otros de esa pobreza mental, no se puede ayudar al que no quiere ser ayudado. Es así de simple. Nuestro paso por este mundo es tan corto que no hay derecho a desperdiciarlo con gente que no nos ayude a aprovecharlo al máximo. Por eso, ¿soy selectiva y qué?
Enamórate de un valiente
Nadie debería enamorarse de alguien que, tras el tiempo suficiente, no sea capaz de decirte: “mi apuesta eres tú”. Todo el mundo merece escuchar, al menos, un: “¿Sabes qué?, me la juego contigo”.
Vivimos en una época donde no hay dragones que matar ni tierras que conquistar, y donde el acceso a recursos y las oportunidades son tan abundantes que saber lo que se quiere e ir tras ello constituyen el único espacio para el heroísmo. Hoy, el (principal) problema no es que no se pueda, sino que no se quiera lo suficiente. La mayoría de cosas que no hacemos no es por dificultad, es por falta de amor.
Creo que la valentía es el valor más grande que puede tener un ser humano. Un valiente arriesga, elige, toma partido, se hace responsable y crea su destino. Es el capitán de los optimistas, pues no solo ve lo bueno sino que lo persigue sin negociar. Una persona así solo puede hacer tu vida más rica.
Como le gusta decir a Álex Rovira, “el coraje, más que la ausencia de miedo es la consciencia de que hay algo por lo que merece la pena que arriesguemos. El coraje es la fuerza del amor al servicio de la consciencia”. Y es que coraje y amor son atributos que se ven en el espejo: el que ama, arriesga y el que arriesga, ama.
Lo que diferencia a alguien valiente de un “cobarde” es que no se queda parado ante la bifurcación pensando en lo que pierde o en lo que renuncia, sino que ve en ti una victoria y ganancia suficiente como para no tener que mirar atrás. No se echa a un lado pensando que siempre puede venir algo mejor, porque acepta que el mundo es imperfecto, que tú lo eres… que los dos lo son. Sabe que lo importante no es ni la realidad, ni lo que hay, sino lo que podéis llegar a crear, y para eso no hace falta ser perfectos, hace falta ponerse manos a la obra.
Nunca verás a un valiente haciendo una lista de pros y contras, porque para ellos el amor no es un mercado ni tú un producto más. Las decisiones racionales las deja para los yogures o las hipotecas, nunca para sus sueños. Nadie se hizo rico apostando en pequeñas cantidades. Por eso, enamórate de un valiente.
Enferma de tu ausencia
Unas profundas ojeras han arraigado sus raíces en mis mejillas y unas lágrimas infinitas empañan constantemente mi mirada.
Espero tus palabras como se espera una condena o un trágico diagnóstico, con un cigarrillo temblando entre mis dedos temblorosos, con una plegaria silenciosa en mis labios.
Me estoy desangrando de ti, con cada suspiro de resignación que proclamas, tu amor abandona mi alma, te escapas de mi vida y mi vida se escapa de mi cuerpo.
Tus besos escuetos, tus palabras monosilábicas, tus manos en silencio, tus caricias breves, son pequeños infartos, todos lacerando mi corazón que apenas es capaz de tartamudear sus latidos.
Me resulta denso el aire, me duele el pecho cada vez que respiro y tu olor se cuela en mis pulmones.
Quiero aspirar tu presencia, llenar todos mis poros de ti, pero solo hay ausencia, solo queda una soledad magullada.
Quizás mis sueños estén gangrenados, pero no los amputes; tal vez mi amor sea un cáncer, pero no lo extirpes.
Estoy muriendo de ti, pero no me cures, que si de algo he de morir quiero que sea de amor.
Espero tus palabras como se espera una condena o un trágico diagnóstico, con un cigarrillo temblando entre mis dedos temblorosos, con una plegaria silenciosa en mis labios.
Me estoy desangrando de ti, con cada suspiro de resignación que proclamas, tu amor abandona mi alma, te escapas de mi vida y mi vida se escapa de mi cuerpo.
Tus besos escuetos, tus palabras monosilábicas, tus manos en silencio, tus caricias breves, son pequeños infartos, todos lacerando mi corazón que apenas es capaz de tartamudear sus latidos.
Me resulta denso el aire, me duele el pecho cada vez que respiro y tu olor se cuela en mis pulmones.
Quiero aspirar tu presencia, llenar todos mis poros de ti, pero solo hay ausencia, solo queda una soledad magullada.
Quizás mis sueños estén gangrenados, pero no los amputes; tal vez mi amor sea un cáncer, pero no lo extirpes.
Estoy muriendo de ti, pero no me cures, que si de algo he de morir quiero que sea de amor.
Alguien
Alguien se tiene que animar
a decir todo eso que nos vergüenza,
alguien nos tiene que sacar la careta
de santos y puritanos…
alguien tiene que dar la cara
con los errores que cometemos
y no nos animamos a decir,
alguien tiene que hablar del dolor que sentimos
pero escondemos detrás de una sonrisa…
alguien tiene que dar el primer paso,
y esa voy a ser yo.
Yo que he metido mil veces la pata,
que desperté por la mañana
con toda la resaca de mis errores,
yo que llevé en mi frente un cartel de queme-importismo,
a mi que me señalaron con el dedo
que me retiraron el saludo,
yo que abandoné personas en los peores momentos,
yo que mentí a mis sentimientos,
que permití que me roben el corazón sabiendo que no habían buenas intenciones, que me acosté llorando y amanecí vacía.
Alguien tiene que decirlo
que más de una vez nos acostamos con la espina
de saber que no hicimos lo correcto
que debimos pedir perdón
o haber abrazado más,
Alguien tiene que contarles
que a las mujeres nos encanta el sexo,
las caricias desprevenidas,
los besos robados y los orgasmos bien hechos.
Yo que me emborraché mil veces,
que vomité el doble y al otro día no recordaba nada,
que hice lo mismo que mis compañeros
pero que por ser mujer fui una liberal.
Alguien tiene que decirles que se puede volver a amar
que el primero amor no siempre es el único
y que los amores virtuales son tan reales
como el dolor que dejan cuando se van.
Alguien tiene que decir la puta verdad sobre los amigos,
algunos son una mierda,
y otros una intensa poesía,
siempre doy más cariño del que debo
pero los gastos y el interés generado
siempre es enorme,
alquien tiene que decir
los raspones de la rodilla dolían menos
que un corazón roto, que los bolsillos vacíos,
que hay una cama enorme para mi sola y fria
y que el, él siempre calienta-camas encima calienta a corazones rotos.
Alguien tiene que decir que la vida a veces cuesta,
pero no es difícil, a veces nos la complicamos demasiado,
nos cerramos las puertas mientras el sol
se escabulle por las rendijas de nuestros ojos.
Alguien tiene que contar la verdad
alguien tiene que hacerse cargo
del costo de la felicidad..
#VolverACreer #BlogCarlapaolaM.
a decir todo eso que nos vergüenza,
alguien nos tiene que sacar la careta
de santos y puritanos…
alguien tiene que dar la cara
con los errores que cometemos
y no nos animamos a decir,
alguien tiene que hablar del dolor que sentimos
pero escondemos detrás de una sonrisa…
alguien tiene que dar el primer paso,
y esa voy a ser yo.
Yo que he metido mil veces la pata,
que desperté por la mañana
con toda la resaca de mis errores,
yo que llevé en mi frente un cartel de queme-importismo,
a mi que me señalaron con el dedo
que me retiraron el saludo,
yo que abandoné personas en los peores momentos,
yo que mentí a mis sentimientos,
que permití que me roben el corazón sabiendo que no habían buenas intenciones, que me acosté llorando y amanecí vacía.
Alguien tiene que decirlo
que más de una vez nos acostamos con la espina
de saber que no hicimos lo correcto
que debimos pedir perdón
o haber abrazado más,
Alguien tiene que contarles
que a las mujeres nos encanta el sexo,
las caricias desprevenidas,
los besos robados y los orgasmos bien hechos.
Yo que me emborraché mil veces,
que vomité el doble y al otro día no recordaba nada,
que hice lo mismo que mis compañeros
pero que por ser mujer fui una liberal.
Alguien tiene que decirles que se puede volver a amar
que el primero amor no siempre es el único
y que los amores virtuales son tan reales
como el dolor que dejan cuando se van.
Alguien tiene que decir la puta verdad sobre los amigos,
algunos son una mierda,
y otros una intensa poesía,
siempre doy más cariño del que debo
pero los gastos y el interés generado
siempre es enorme,
alquien tiene que decir
los raspones de la rodilla dolían menos
que un corazón roto, que los bolsillos vacíos,
que hay una cama enorme para mi sola y fria
y que el, él siempre calienta-camas encima calienta a corazones rotos.
Alguien tiene que decir que la vida a veces cuesta,
pero no es difícil, a veces nos la complicamos demasiado,
nos cerramos las puertas mientras el sol
se escabulle por las rendijas de nuestros ojos.
Alguien tiene que contar la verdad
alguien tiene que hacerse cargo
del costo de la felicidad..
#VolverACreer #BlogCarlapaolaM.
Soy una inadaptada a este mundo que me resulta ajeno y vertiginoso
Un mundo de relojes apurados y personas que se creen libres cuando en realidad están condenadas con almas nómades.
Y es que yo soy raíces en un mundo de alas y vientos cambiantes; soy piedra en tiempos de valijas sin desarmar y pasaportes siempre prontos; soy hiedra de verano en una época de hojas de otoño.
No me acostumbro a besar con los ojos abiertos y a hacer el amor con los ojos cerrados. No me gustan los apodos genéricos que evitan tener que recordar el nombre del “fulano” o la “mengana” que con su desnudez aplacó la soledad de la noche. Detesto el argumento del “amor libre”. Nunca voy a entender las risas huecas, los abrazos vacíos, los vasos llenos como placebos contra la conciencia, como anestésicos del dolor.
Y es que soy sombra de bosque en ciudades de luces de neón y fuegos artificiales; soy un beso en la espalda en camas de sexo punitorio; soy agua de manantial en botellas de vodka y ron.
Extranjera en mi vida; huésped de los ojos que no me atraviesan cual fantasma; presa en un mundo de personas que no saben permanecer, que no han aprendido a amar y que van por ahí pregonando su libertad aun esposados por su soledad.
Y es que yo soy raíces en un mundo de alas y vientos cambiantes; soy piedra en tiempos de valijas sin desarmar y pasaportes siempre prontos; soy hiedra de verano en una época de hojas de otoño.
No me acostumbro a besar con los ojos abiertos y a hacer el amor con los ojos cerrados. No me gustan los apodos genéricos que evitan tener que recordar el nombre del “fulano” o la “mengana” que con su desnudez aplacó la soledad de la noche. Detesto el argumento del “amor libre”. Nunca voy a entender las risas huecas, los abrazos vacíos, los vasos llenos como placebos contra la conciencia, como anestésicos del dolor.
Y es que soy sombra de bosque en ciudades de luces de neón y fuegos artificiales; soy un beso en la espalda en camas de sexo punitorio; soy agua de manantial en botellas de vodka y ron.
Extranjera en mi vida; huésped de los ojos que no me atraviesan cual fantasma; presa en un mundo de personas que no saben permanecer, que no han aprendido a amar y que van por ahí pregonando su libertad aun esposados por su soledad.
Ya son muchos los kilómetros de tierra y soledad que nos separan
Y, claro está que, mi cariño no ha logrado calar sus raíces en tus maletas.
El teléfono no ha sonado ni una vez desde que te fuiste y el calendario se desnuda insolente, arrancándose los meses con lujuria lacerante.
Me asfixia la necesidad de soltar lo que ya no es para mí, de desenredar mis pies que se aferran a tus pasos y me arrojan a un destino que no me pertenece confundiendo mi camino y clausurando mis atajos.
Los relojes acribillan los días.
El peso de mil lágrimas lloviendo sobre mi llanto opacan el futuro del que te has extirpado tan torpemente que todavía pueden palparse tus caricias mancas.
Mi vanidad herida esquiva los espejos; mi orgullo miope aún mira para atrás.
Esta sonrisa de perdedora que no se conforma con un premio consuelo, sobrevive a pesar de saber que no vas a volver… o sí… ya qué importa!
Tal vez, a tu regreso, te encuentres con este maniquí de ojos tristes y venas huecas y no reconozcas a la que dejaste; o, quizás, el olvido piadosamente corrompa mi memoria y sea yo quien no reconozca tus alas gastadas.
El teléfono no ha sonado ni una vez desde que te fuiste y el calendario se desnuda insolente, arrancándose los meses con lujuria lacerante.
Me asfixia la necesidad de soltar lo que ya no es para mí, de desenredar mis pies que se aferran a tus pasos y me arrojan a un destino que no me pertenece confundiendo mi camino y clausurando mis atajos.
Los relojes acribillan los días.
El peso de mil lágrimas lloviendo sobre mi llanto opacan el futuro del que te has extirpado tan torpemente que todavía pueden palparse tus caricias mancas.
Mi vanidad herida esquiva los espejos; mi orgullo miope aún mira para atrás.
Esta sonrisa de perdedora que no se conforma con un premio consuelo, sobrevive a pesar de saber que no vas a volver… o sí… ya qué importa!
Tal vez, a tu regreso, te encuentres con este maniquí de ojos tristes y venas huecas y no reconozcas a la que dejaste; o, quizás, el olvido piadosamente corrompa mi memoria y sea yo quien no reconozca tus alas gastadas.
Miedo
Miedo a caer en el abismo vacío y sin sentido de mi existencia.
Miedo a quedarme sin palabras y descubrir que el silencio es una boca voraz que todo lo devora.
Miedo al abandono que toca mis fibras más vulnerables y sacude la tumba de la niña que fui y enterré en mi memoria.
Miedo a pedir, por temor al rechazo, con los brazos extendidos y el pecho ahuecado para albergar el abrazo negado.
Miedo al dolor, no fisico, sino del alma. Amputaciones de espíritu, muñones de amor.
Miedo a que alguien descubra que tengo miedo y desnude las heridas y luego se vaya.
Miedo a mi, a mis huesos de nácar y a mis uñas de hiena.
Miedo al tiempo imperturbable y caprichoso, estúpidamente relativo y abnegadamente suicida.
Miedo al espacio, carcel infinita, celda universal.
Miedo al odio que se enquista y se convierte en un tumor que pesa y avergüenza.
Miedo a la ternura que deja al corazón en carne viva y a merced del sufrimiento.
Miedo a la indiferencia de ser una muñeca de trapo con sentimientos de porcelana y lágrimas de cristal.
Miedo a perderme entre la gente y miedo a encontrarme en el espejo.
Miedo de sentir tanto miedo y no ser valiente ni cobarde, tan sólo humana.
Miedo a quedarme sin palabras y descubrir que el silencio es una boca voraz que todo lo devora.
Miedo al abandono que toca mis fibras más vulnerables y sacude la tumba de la niña que fui y enterré en mi memoria.
Miedo a pedir, por temor al rechazo, con los brazos extendidos y el pecho ahuecado para albergar el abrazo negado.
Miedo al dolor, no fisico, sino del alma. Amputaciones de espíritu, muñones de amor.
Miedo a que alguien descubra que tengo miedo y desnude las heridas y luego se vaya.
Miedo a mi, a mis huesos de nácar y a mis uñas de hiena.
Miedo al tiempo imperturbable y caprichoso, estúpidamente relativo y abnegadamente suicida.
Miedo al espacio, carcel infinita, celda universal.
Miedo al odio que se enquista y se convierte en un tumor que pesa y avergüenza.
Miedo a la ternura que deja al corazón en carne viva y a merced del sufrimiento.
Miedo a la indiferencia de ser una muñeca de trapo con sentimientos de porcelana y lágrimas de cristal.
Miedo a perderme entre la gente y miedo a encontrarme en el espejo.
Miedo de sentir tanto miedo y no ser valiente ni cobarde, tan sólo humana.
¿Cuántas veces?
¿Cuántas veces has querido perder el control, destrozar todo lo que se cruzara por tu camino, arrancar cortinas, quemar cartas, romper fotos, y te quedaste quieta, con el corazón queriendo salírsete del pecho, apretando fuerte los dientes detrás de tu perfecta y calmada sonrisa?
¿Cuántas veces te levantaste a la fuerza de la cama y arrastraste tu cuerpo por la casa sin que nadie lo notara?
¿Cuántas veces te mordiste la lengua para no discutir, para que la casa no se pueble de gritos?, ¿no hubieran sido mejor los gritos a ese silencio obligado, casi de muerte? ¿Por qué dejaste sepultadas las palabras en el cementerio de tu boca?
¿Cuántas veces te desollaron los sueños y degollaron tus ilusiones, y tú como una oveja mansa e indefensa te ofreciste a tu asesine poniendo tu cabeza debajo del cuchillo? ¡Estúpida! Siempre fuiste una loba que no sabe morder. ¿Cuántas cosas perdiste por tu absurdo complejo de mártir?
¿Cuántas veces te quedaste en deuda con tu orgullo y volviste a la soledad con la dignidad hecha trizas?
¿Cuántas veces perdonaste lo imperdonable en nombre de amor?
¿Cuántas veces te moriste y a nadie le importó?
¿Cuántas veces te levantaste a la fuerza de la cama y arrastraste tu cuerpo por la casa sin que nadie lo notara?
¿Cuántas veces te mordiste la lengua para no discutir, para que la casa no se pueble de gritos?, ¿no hubieran sido mejor los gritos a ese silencio obligado, casi de muerte? ¿Por qué dejaste sepultadas las palabras en el cementerio de tu boca?
¿Cuántas veces te desollaron los sueños y degollaron tus ilusiones, y tú como una oveja mansa e indefensa te ofreciste a tu asesine poniendo tu cabeza debajo del cuchillo? ¡Estúpida! Siempre fuiste una loba que no sabe morder. ¿Cuántas cosas perdiste por tu absurdo complejo de mártir?
¿Cuántas veces te quedaste en deuda con tu orgullo y volviste a la soledad con la dignidad hecha trizas?
¿Cuántas veces perdonaste lo imperdonable en nombre de amor?
¿Cuántas veces te moriste y a nadie le importó?
«No esperes que los demás te digan la verdad, porque ellos también se mienten a sí mismos. Tienes que confiar en ti y decidir si crees o no lo que alguien te dice. Cuando realmente vemos a los demás tal como son sin tomárnoslo personalmente, lo que hagan o digan no nos dañará. Aunque los demás te mientan, no importa. Te mienten porque tienen miedo. Tienen miedo de que descubras que no son perfectos.»
Si por alguna razón estás viviendo alguna pena, tristeza o frustración, ¡tú puedes decidir cómo reaccionar ante eso que te ocurre! Si quieres, hoy mismo puedes sentir celos, ira, hostilidad, miedo, culpa, preocupación, vergüenza o resentimiento. Todo esto lo puedes sentir si así lo decides. O TAMBIÉN puedes sentir tranquilidad, esperanza, fe, amor, alegría y otros tantos sentimientos que te den estabilidad cuando decidas pensar en forma optimista y positiva. Date cuenta de que lo que te sucede no es lo que te afecta: es el cómo reaccionas ante esas situaciones.
¿Sabes cuál es tu problema? Eres listo. Muy listo. Piensas demasiado, porque tu mente puede ir a un millón de millas por hora. Te sientes triste, porque no estás idiotizado por el mundo como todo el resto. No congenias con la mayoría, porque ellos no ven las cosas como tú las ves. Crees que eres tonto, porque eres lo suficientemente listo para saber de que no lo sabes todo. Tu problema es que eres muy listo. Y eso no es un problema después de todo.
El enojo da fuerza, impulso, adrenalina.
Es mas fácil y a veces más cómodo estar enojado, rabioso, furioso, indignado que enfrentarse a la tristeza de lo perdido o asumirse vencido. En el enojo hay acción, en el dolor, quietud. Y es en la quietud, dónde nos damos cuenta de cuánto el enojo, la pelea, o la bronca, nos ha costado a lo largo del camino.
El enojo no nos deja mirar con ganas para ver de verdad, ni hablar para enmendar ni oír con ganas de escuchar.
Aprender a ser más calmo, mas receptivo, menos defensivo. Tratar de buscar punto de equilibrio entre lo que siento, digo, veo y he vivido. Asumirnos todos imperfectos, llenos de luces que a veces también hacen sombra. No somos sólo una acción, ni un momento, ni una contestación, ni un lamento. Lo perdido queda girando en el tiempo y nos acecha si no aprendemos con el tiempo a ser más humanos, a darnos la mano pese a que duela tanto…
Que sigamos viviendo, sintiendo, hablando, comunicando y escribiendo los que, como yo, ordenamos mejor letras que palabras. Que no dejemos que los enojos griten o ignoren haciéndonos creer poderosos por un momento. Porque la razón procesa mucho más rápido de lo que tarda en curarse un corazón. Digo...
Asesinos de sentimientos
Hay hombres con instintos de asesinos. Asesinos de nuestros sentimientos, esperanzas e ilusiones. Hieren de muerte nuestros corazones inocentes, atacan nuestra autoestima y nos hacen volubles a su voluntad.
¿Quién dice que la única forma de morir es abandonando este plano terrenal? ¿El corazón es inmune a las heridas insospechadas? ¿Podemos resistir cada golpe que nos ocasionan en nombre del amor?
Todas las mujeres hemos sufrido ese inmenso dolor que nos provoca la ingratitud y el cinismo de un hombre que imponente y dolorosamente se aprovecha de nosotras cuando lo único que hemos querido hacer es amarles con incondicionalidad.
Y no afirmo que todos los hombres sean malos, sólo que debemos reconocer que hay muchos hombres que cuando se sienten seguros del amor de una mujer no reparan en dejarles abandonadas.
Algunos hombres nos ven como trofeos, nos hacen creer que nos aman y luego nos hacen aterrizar a una desoladora verdad; otros nos tratan como sus “trapos viejos”, pues al saber que les amamos nos convierten en sus esclavas, en sus juguetes; otros, nos usan para auto afirmarse como grandes “machos” y convertirnos en veletas impulsadas por sus voluntades…
Estos hombres no sólo nos golpean el corazón mil veces, sino que usan nuestros sentimientos hacia ellos como un arma destructor que nos lastima y hace que la tortilla se voltee cada vez que el “caballero” nos dicen cosas como que no es que nos sean infieles, “es que nosotras tenemos celos obsesivos”, que no es que no nos presten atención, “es que nosotras les queremos tener como pegatinas”, no es que no nos amen, “es sólo que su forma de amar es diferente”…
Y así se nos va la vida, al lado de personas para las cuales no valemos NADA.
Basta ya
De tu inconsciencia
de esta forma tan absurda.
De ver a diario
como echas a la basura
mi corazón
lo que te doy,
con tanta fe de ver en ti felicidad.
Me llevaré
la dignidad de no caer más en tu juego
Haré de todo mi interior nuevos senderos
Y lloraré, hasta lograr
que algún día ya no te pueda recordar.
de esta forma tan absurda.
De ver a diario
como echas a la basura
mi corazón
lo que te doy,
con tanta fe de ver en ti felicidad.
Me llevaré
la dignidad de no caer más en tu juego
Haré de todo mi interior nuevos senderos
Y lloraré, hasta lograr
que algún día ya no te pueda recordar.
Despertar
Que triste es despertar y ver la realidad. Ver que es mentira lo que sentías y saber que es el final.
Que triste es ver caer esa pared que ayer me resguardaba y no me dejaba ver lo que hacías.
Que triste es ver caer esa pared que ayer me resguardaba y no me dejaba ver lo que hacías.
Deja Vu
Tú me abriste las heridas
Que ya daba por curadas Con limón, tequila y sal.
Una historia repetida
Solamente un déjà vu
Que nunca llega a su final
Mejor me quedo solo
Y me olvido de tus cosas
De tus ojos
Mejor esquivo el polvo
No quiero caer de nuevo en esa foto de locura
De hipocresía total
¿Quién puede hablar del amor?
¿Y defenderlo?
Que levante la mano, por favor¿Quién puede hablar del dolor?
Pagar la fianza
Pa' que salga de mi corazón
Si alguien va a hablar del amor
Te lo aseguro
Esa no voy a ser yo
Mis Interese:
Los abrazos, el café, los conciertos, las fiestas, el yogurt natural, los estados alterados de la conciencia, comer nachos en el cine, las sonrisas, las lágrimas, el surrealismo, los recuerdos, los semáforos, los sueños, las madrugadas, las margaritas, la rayuela, los juegos de palabras, las palabras que dan juego, la fotografía, el existencialismo, la música, los telescopios, los sábados, los atardeceres, los elefantes, el teatro, la psiquiatría, la catarsis, las tazas de té, los submarinos, los pasteles, los discos de vinilo, la medicina ilegal, la publicidad, el insomnio, los girasoles, los zapatos cómodos, las miradas anestésicas, las mariposas, las mandarinas, los chicles, el chocolate, comer en la cama, una borrachera, una madrugada de cine, las fobias, los peces, la pintura, quien ame lo que soy, los pinceles.
No te enamores
“No te enamores del primer hombre que te llame hermosa y que te vea como si fueras la respuesta a todas sus preguntas. Parece fácil, pero no lo es, decir no es lo mismo que hacer. Su boca parecerá un pozo de los deseos y querrás creer en todo lo que te diga, pero detrás de sus labios se esconden mentiras. Después de gastarte todas tus monedas en deseos sin cumplir descubrirás que él es falso. Cuando sepas la verdad no llores, ni mendigues, ni supliques. No pidas un último beso porque se llevará algo más de ti. No te enamores de quien te llame hermosa si es necesario que te lo diga para que tú te lo creas.”
Aunque me vista de seda
El Cementerio de los Libros Olvidados
Te agradezco por las dulces palabras y esa mirada que me dedicas cada día; por los besos largos y las veces en que no te quieres despedir por quedarte un poquito más conmigo; por las pláticas sobre tu pasado y por escuchar tan atento el mío; por las sonrisas sin mesura y el rubor de tu rostro; por acercarte tanto y hacerme suspirar; por hacerme recordar cómo se siente la sangre en mis venas. Y más que nada te agradezco por corresponderme, aunque no recordemos cuándo demonios fue que comenzamos a sentir esto por el otro.
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