Ya no escribo por necesidad, ni siquiera
escribo por entretenimiento. Tampoco escribo para que me lean, pero íntimamente
siempre espero que a alguien le sirva todo lo escrito. Si tuviera que contar
porque a mis 31 años de edad todavía sigo siendo Yo, creo que no terminaría en
lo que me queda de vida y tampoco tiene sentido. Son miles de sensaciones que
pasan por mi cuerpo y por mi mente y son las que trato de plasmar. Desde un
dolor inmenso en el alma, una alegría que necesito compartir, mis pensamientos,
mis sueños y todo lo que es mi vida. Hoy puedo ver el mundo a la luz de mis
ojos y de mis palabras. El amor, la locura, la muerte, la ira, la desolación.
La música es la voz del espíritu que se hace melodía.... "Cuando mi boca
calla, mi corazón es el que habla..."