Reclamar y enojarse por todo siempre mata el amor.

Y tú... sientes que no puedes hacer otra cosa? No te sientas culpable, eso nos pasa a todos. La buena noticia es que puedes cambiar. Deja de pensar que tu alegría o felicidad debe venir de tu pareja. Y aprende a ser feliz contigo. Con tu pareja, tus hijos, tus estudios, tus metas, tus viajes, con tu Dios, o ayudando a los que necesitan. Dale un propósito a tu vida. Descubre para que viniste al mundo. Y cuando tú seas feliz contigo, tendrás el poder para llenar de felicidad a toda tu familia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario