Por qué será que a todos, yo incluida, nos cuesta tanto ser más mas justos y compasivos a la hora de juzgar?

Por qué será que le damos tanta importancia a lo que nos hiere y damos tan por sentado lo que nos alegra? Somos mucho menos amorosos para criticar que para alabar. Cuando sentimos que alguien nos "falla" nos ofendemos con una facilidad increíble casi como regodeándonos con frases hechas o presumiendo de haber siempre sabido que a la larga todos nos desilusionan. Le dedicamos días enteros al silencio y a la bronca, mucho mas de lo que dedicamos a decir gracias mirando a la cara o valorarando lo que recibimos quizá durante años. Las ofensas se perdonan mucho menos de lo que se agradecen los buenos gestos. Es llamativo como nos quedamos en ese lugar pequeño que es el enojo olvidándonos de mirar o juzgar a alguien por todo lo que nos hizo ser amigos, amantes, o hermanos. Yo quisiera para mi y para todos, memorias mas grandes que las gomas de borrar que con tanto orgullo estúpido cargamos. Porque todos fallamos, porque todos nos equivocamos, porque todos merecemos escuchar y escucharnos. Casi nadie anda por la vida queriendo lastimar porque si en el camino. Cada uno tiene una mirada, una opinion, que si aprendemos a escuchar podria ayudar mucho a nuestra propia experiencia en esto tan difícil que se llama vivir en comunidad.

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