Hay días en nuestra vida, que nos cuesta sonreír;
en que las horas, no pasan como de costumbre,
sino que pesan, duelen. Y la reflexión y la confusión,
no te llevan a ningún lado.
Es como si nuestro espíritu, se hubiera ido fuera de nosotros.
Que no encontráramos dentro de nosotros ningún espacio donde exista paz.
Y preguntamos ¿por qué tener que sufrir en la vida?, para luego comprender que:
Sufrir es aprender; y aprendiendo, se empieza a crecer; y creciendo, a sentirse mejor;
y al sentirse mejor, se puede mirar hacia atrás; y mirar hacia atrás,
es como ver una escena ya terminada. Todo termina, algún día.
Y se puede mirar hacia adelante, para comenzar nuevamente.
Y cuando se llega a ese momento, es posible abrazarse a uno mismo, encontrarse y sonreír.
En la vida, hay muchos momentos difíciles, pero todo termina algún día,
y las horas se llenan de luz y de vida,
y el viento comienza a soplar a tu favor.
Todos los que compartimos este momento, deseamos, sinceramente, lo mejor,
y esperamos que el viento, sople, nuevamente,
a favor.
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