Una vez he terminado de redactar un párrafo me parece conveniente repasarlo, quitarle los restos sobrantes y ordenar las palabras como quien prepara poco a poco la mesa para recibir invitados, sin embargo, cuando tengo visita no debo completar una sola tarea, también debo estar pendiente de lo que ocurre en la cocina y de que los baños estén limpios. Del mismo modo, cuando creo un escrito, comienzo, reviso y me retiro a hacer otras actividades, que me permiten cambiar de foco mi mente, para cuando regreso al monitor, ver con otra mirada lo que escribí hace un tiempo.
Al sentarme de nuevo frente a las letras, esas palabras que suenan igual, se escriben distinto y definitivamente tienen significados lejanos, aparecen ante mí desnudas, mostrándome cómo la emoción primigenia con la que le di vida a una cadena de palabras, me impidió ver errores que en ese momento me parecen absolutamente evidentes y vulgar... Esto es hasta que no termine mas loka
No hay comentarios:
Publicar un comentario