
La mayoría de las mujeres prefieren ser buenas antes que disfrutar de la vida...
La mayoría de las mujeres prefieren ser buenas antes que disfrutar de la vida; durante generaciones se les ha inculcado que han de ser resignadas y complacientes. Pero la experiencia demuestra que solo aquellas que conocen sus metas y luchan por ellas, digan lo que digan los otros, las alcanzan. Amenazas y trampas que las mujeres se tienden a sí mismas para impedirse el acceso a una forma más amplia y enriquecedora de existencia: tópicos, prejuicios, reflejos de sumisión están tan interiorizados que son lastres en el camino de su plena realización. Para luchar contra ellos, proponte una serie de estrategias cuyo fin es liberar a las mujeres de los sentimientos de culpa y de la mala conciencia que les produce su derecho a intentar ser felices por ellas mismas.
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