
Borrar de tu mente todos los malos recuerdos donde has llorado, donde tu corazón ha sido roto, cuando te has sentido sin valor, donde haz confiado y te han fallado, conserva y atesora para siempre aquellos momentos que te dejaron sin aliento, un abrazo, un besos… quizás una mirada, cuenta las sonrisas, las personas incondicionales, ríete de tus errores, recuerda el amor que sentiste en ese momento, la confianza que tuviste en esa persona porque más valor tienes tu que lo sentiste que la persona que rompió tu corazón, o te traiciono. No amargues tu vida con cosas del pasado, con recordar lo que no se dio, una amistad que se perdió, una equivocación. La cuestión esta en no arrepentirse de nada, créeme los malos siempre recibirán su castigo, tarde o temprano pero siempre es así. Mientras tú “haz bien sin mirar a quien”, las bendiciones solo vendrán para quien se las merece, nunca para quien no las valora.