Yo quería

Yo quería despertar a tu lado.
Yo quería decirte todas las mañanas: "¡Que lindo te ves despeinado!"
Yo quería que nuestra habitación oliera a tu perfume.
Yo quería sorprenderme/sonrojarme cada vez que me regalaras caramelos Wonka.
Yo quería enfermarme y que me compraras obsequios cursis.
Yo quería llenarte de poemas y canciones.
Yo quería que escribiéramos y nos hiciéramos críticas constructivas.
Yo quería que tuviéramos un jardín a la orilla de tu ventana.
Yo quería que nuestra nevera estuviera repleta de lácteos y carnes.
Yo quería que cocináramos juntos bebiendo vino.
Yo quería que organizáramos nuestro apartamento al estilo Feng shui.
Yo quería que me preguntaras: “¿Por qué tienes Paulo Coelho en tu biblioteca?”
Yo quería regañarte por desordenado.
Yo quería que nuestro closet estuviera repleto de carteras y peleáramos por el espacio.
Yo quería que me dijeras que ropa usar para las ocasiones especiales.
Yo quería ir de compras contigo y a la hora de pagar darme cuenta de que habíamos elegido lo mismo.
Yo quería que nos rieramos cuando leyeramos las etiquetas de las camisas cuando dijeran "made in china."
Yo quería hacer mala cara cada vez que me dijeras que tu mamá no me quiere.
Yo quería hacerle muecas a tu mamá cuando hablaba por teléfono.
Yo quería mirarte desconcertada cada vez que me dijeras: “¡Me encanta el sonido de las hojas secas!”
Yo quería torcer los ojos cada vez que me dijeras: “Es cerca, vámonos caminado."

Reales o ficticias, son historias al fin y al cabo. ¿O no?

Básicamente, casi nunca sé de lo que estoy hablando