Tú, mi amor, eres el viento que no supe prever y que ha soplado con más fuerza de lo que nunca hubiera imaginado. Tú eres mi destino. Y, Sé que de algún modo iba a tu encuentro, con cada paso que di desde que aprendí a andar. Estábamos predestinados a estar juntos.
— estoy viendo un ángel de verdad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario