Me doy permiso para separarme de personas que me
traten con brusquedad, presiones o violencia, de las que me ignoran… No acepto ni la brusquedad ni mucho menos la violencia
aunque vengan de mis padres o de mi marido, o mujer. Ni de mis hijos, ni de mi
jefe, ni de nadie. Las personas bruscas o violentas quedan ya, desde este mismo
momento fuera de mi vida. Soy un ser humano que trata con consideración y
respeto a los demás. Merezco
también consideración y respeto.