LA CARTA IMPOSIBLE DE ESCRIBIR

No estoy segura de ser capaz de escribirte nuevamente una carta. ¿Cómo empezaría? Tantas cosas han pasado entre tú y yo ¿«Querido Dios»? No me gusta llamarte por ese nombre, el mismo con el que podría invocarse a Marduk, a Baal o a Zeus, como cuando antes yo te llamaba José Luis y te escribí ciento de cartas que aunque el velo de José Luis no las leyó tu sí el que vive para siempre. Y paso mucho el tiempo en el cual te sentí lejano, aun cuando habitas en mi te sentí tan lejos pero recordé cuando Moisés te preguntó cómo debería llamarte, le contestaste con una evasiva: «Soy el que estará contigo» (Éxodo 3,14), que era como pedirle que dejara consumirse en el fuego de la zarza un deseo que escondía pretensiones de posesión, para mantenerse atento solamente a tu Presencia inasible e incontrolable. Por eso llevo tiempo tratando de que mis sentidos se dejen rozar por ella, segura de que, como decía Job, mi tronco seco, al olfatear el agua, reverdecerá (Job I4, 8). Y por eso trato de respirar con atención por si, entre mil aromas, reconozco el que se derrama en tu Nombre (Cantar de los Cantares 1,2).
A veces, en alguien o en algo, me parece sentir tu contacto, y mi corazón atesora entonces con cuidado esos momentos fugaces de roce para que, cuando la voz de mis sombras intente convencerme de tu ausencia y mis ojos no sean capaces de reconocerte en medio de la oscuridad…
Y que sea esa memoria la del espíritu la que me alumbre en medio de la noche. Y así voy aprendiendo, torpe y lentamente crezco en ti, a no considerarte una ventaja ni una propiedad a mi disposición, sino a dejarte ser quien eres y a mostrarte cuando quieras.
Por otra parte, las cartas se escriben cuando hay separación o ruptura, pero ¿qué distancia puede haber entre nosotros los reconciliados, si cuando respiro eres Tú quien me estás dando anchura, dilatación y libertad? ¿Y cómo podría ponerme a «contarte cosas» como si las desconocieras, si la fe me dice que me muevo en Ti como un pececito en lo más hondo del océano o como la minúscula semilla que recibe de la tierra en la que está hundida nutrición y energía para seguir creciendo?
Llevo tiempo fascinada por aquel personaje de la parábola que sembró la semilla en su campo y luego dormía y se levantaba tranquilamente, mientras la tierra por sí misma producía el fruto (Marcos 4,26-29). Creo que no busco ahora más sabiduría que la que aprendo en tu palabra de Gracia: contar con mis ritmos entrecortados de ir o venir, de hablar o callar, de trabajar o descansar, de acertar o equivocarme, sabiendo que, por debajo de todo eso, me sostiene el cantus firmus de tu callada Presencia, que acompaña este caminar mío, tan vacilante e intermitente.
Sé que el secreto de vivir así está en la actitud sorprendente que aparece en el centro de la parábola: el crecimiento de la semilla se produce «sin que él sepa cómo», es decir, fuera del ámbito de su dominio o de su control. Y eso me invita a dejar de rondar el árbol de los saberes de verificación inmediata y a silenciar las ansiedades de mi búsqueda a la sombra de aquel otro árbol en el que reclinó la cabeza Aquel que supo poner confiadamente su vida entre tus manos.
Continúo dando vueltas a por qué me siento incapaz de escribirte: pienso que las cartas salen en busca de un destinatario, pero hace ya mucho que sé que eres Tú quién andas en mi busca y quien va dejando asomar la esquina blanca de sus sobres en las personas y lugares que transito cada día, todos esos que de Ti «me van mil gracias refiriendo…».
Y tampoco me siento capaz ya de escribirte para «recomendarte» a gente… Hace un tiempo tenía la costumbre de pedir por aquellos de quienes tocaba las heridas, pero ahora, cada vez que siento sobre las espaldas de mi amistad sus vidas rotas, ya no se me ocurre tratar de arrancarte a Ti algo que deseo para ellos, como si fueras un banquero endurecido y distante a quien se implora un donativo. Me he acostumbrado sencillamente a pronunciar sus nombres y a depositarlos con cuidado sobre tus hombros y así ya sus cargas no son mías, para que, lo mismo que Benjamín, el más pequeño de los hijos de Jacob, «habiten en seguro» (Deuteronomio 33,12). Y junto con ellos abandono ahí mis perplejidades, esas cargas, mis dudas y las pequeñas o grandes preguntas sobre el misterio del sufrimiento, que, como zorrillas, intentan roer la viña de la confianza que he puesto en Ti.
Pero para eso necesito aferrarme, cada vez con más terquedad y determinación, a ese alcázar «con abasto de pan y provisión de agua» (Isaías 33,16) que son las 14 epístolas del Apóstol Pablo: lo que sé de Ti me ha venido por él, y es su misma fe la que, como una roca debajo de mis pies, sostiene mi deseo de decirte «amén» y «gracias», ocurra lo que ocurra. Todo está Bien!!!.
En comparación con su Evangelio, otras palabras o discursos saben cada vez menos decirme lo que quiero, y, en cambio, un misterioso radar me hace irte detectando en la espalda del mundo. Quizá era eso lo que querías revelarle a Moisés en el Sinaí, cuando le decías: «Ponte en la hendidura de la roca y te cubriré con mi palma hasta que haya pasado, y cuando retire la mano podrás ver mi espalda, pero mi rostro no lo verás» (Éxodo 33,22-23). Y sigue siendo ahí donde te muestras como origen de una energía vital y de una fuerza de resistencia que me asombran cada día.
Por eso, cuando yo misma se me decir, que en treinta y cinco años he vivido ya mil vidas desgarradas, Siempre termino diciéndote: «Dios mío…, Tú…, Usted me ha sacado siempre adelante…», siento que en ese «usted» está resonando la armonía del gregoriano, el esplendor del gótico y el fuego de los místicos tipo historia griega. O cuando una de las bendecidas me dijo que llegó a EEUU embarazada de nueve meses y otro niño agarrado de su mano, y «como no conocía a nadie ni tenía a dónde ir, dormía en un banco del Retiro. Pero tuve suerte, porque era verano y porque además sentía que Dios estaba conmigo…».
¿Y sabes finalmente quién tiene la culpa de que no quiera escribirte? Pues precisamente El apóstol Pablo Y tú en el velo de Jesús y con esa manera de decirnos cómo entrar en relación contigo: «Cuando vayas a orar, entra en tu aposento y, cerrando la puerta, ora a tu Padre, que está en lo escondido. Y tu Padre, que mira en lo escondido, te recompensará» (Mateo 6,5-6).
Ignoro por qué ejercen sobre mí tanto poder de atracción ese espacio escondido en el que se entra y esa puerta que se cierra, pero consiguen que la mayor parte de las palabras me parezcan un bullicio vacío. Cuando me adentro en esa oscuridad en la que ya no soy observada por nadie de fuera y me quedo sola expuesta a tu mirada, la del único que ve lo escondido, sé que ya no necesito hacer ni decir nada que se parezca a hablarte o escribirte. Porque en ese lugar que me ancla en otro centro y me hace respirar otro aire, recibo la certeza de ser plenamente sabida y acogida, y eso aquieta y silencia mi corazón.


6 comentarios:

  1. Me parece que estas diciendo que somos como hechos como titeres amaestrados por EL,aunque existimos,respiramos y sentimos y entramos a experimentar placeres y sinsabores,esa mezcla de dulces y purgantes es lo que dices que asi EL alimenta a sus marionetas?, asi dices que el hace crecer y aprendemos a conocer lo que somos y poco conocerlo a EL?, o es que si vivimos en EL o por EL , es que asi estamos conociendo la vida de EL al vivir en EL?, entonces no decidimos y otro nos manipula y decide por nosotros?, dices que somos ssi titeres en manos de un titiritero?.
    Lo que se escribe alli es por supuesto una experiencia sincera y personal, pero es la musica de un titere sin saber que Dios lo manipula porque bien dice que no lo conoce, de espalda a nadie se conoce viendo asi in pedazo de espalda simbolica dijo Moises que no vio el rostro de Dios para conocerlo, pero despues de pasado tiempo dice Moises que la relacion y comunicacion era frecuente y podia decir que hablaba cara a cara con Dios.
    Si soy uno de esos rayos fugases que de cuando en vez te hacen sentir su Presencia eso queda a tu analisis como tambien quien es el SER o ANTISER que mueve mis cuerdas que me hace mover mente,boca u dedos para escribirte mas que una carta,hay que probar las expresiones que dicen ser inspiradas.(Sal 2 comparar Ef 6:10-20, Gal 1:7-9 y 1Jn 4:1-3)

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    1. Usted lee y entiende según como tiene su mente y tambien para estar siempre llevándome la contraria, No pienso y no he dicho que seamos títeres solo creo lo escrito cuando dice en Jeremías 1:5, 10 Dios no improvisa; todo lo tiene cuidadosamente previsto, y firmemente tambien creo en su predestinación cuando dice en Efesios 1: 11 En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad,12 a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo...
      No una predestinación diaria para eso si tenemos libre albedrío como tomar la decisión de tomar o dejar lo que no conviene. Y lo de la espalda hablo figurativamente.

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  2. El contexto que citas habla de la predestinacion que Dios se propuso antes de que el mundo o humanidad tuviera simiente u hijos, es a esa 'antes de la fundacion del mundo' que se refiere o sea antes de tener hijos Adan y Eva y despues de ellos pecar en ese tiempp antes de existir el mundo de descendientes pecadores ,alli en ede antes es que Dios decide predestinar un grupo o reino compuestos por los ungidos que lleharian a ser como angeles o puros espititud despues de muerte y resurreccion, pero Dios predestina un grupo o reino que liberaria del pecado y la muerte y el sufrimiento a la humanidad(Rom 8:19-21),pero predestino su proposito de que un grupo de seres tomados de la tierra serian ungidos y seleccionados en el futuro,nada de predestinacion de nombres de personas en especifico en aquel antes, la seleccion por Dios se empezo hacer a partir de la venida y manifestacion humana de Jesus, alli empezo a seleccionarse por medio de la unccion a los que Dios decidio alli por primera vez darle entrada a que fueran parte del llamado al reino que el predestino antes, el predestino que serian humanos ungidos, pero Dios mismo no sabia quien en ese tiempo calificaria para el empezar a sumar los que serian parte de los 144000 escogidos y llamados al proposito predestinado de personas a seleccionar.EL ungiria a patir de la primicia Jesucristo a muchos mas que serian conocidos a partir que Dios los ungiera para escogerlos en lo personal, estos demas que fueron escogidos en union a Cristo en el 33 del dia de pentecostes que empezo el nuevo pacto empezaron a escogerse segun el proposito antiguo del Dios que predestino para esos tiempos que se iniciaron al ser ungido Jesucristo y despues al resto de descendencia en union a Cristo resucitado y glorificado(leer Gal 3).
    Dando en el Blanco

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    1. Con usted no hay fin... Le podría dar cátedra en este tiempo que tengo preparándome en el VERDADERO EVANGELIO el cual mas lo uso para beneficio personal, pero creo entraríamos aún combate de EGOS a los cuales usted & yo los tenemos bien alimentados.

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    2. Cuando quiera nos fajamos cuerpo a cuerpo que te voy a dar una revolcada en ese mortal combat que me vas a pedir una respiracion boca a boca por su falta de oxigeno, en lucha libre soy un olimpico y mas con las ganas que le tengo a ud de ponerle una llave de inmobilizacion y controlar todo su soma y esqueleto y movimientos pelvicos

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    3. Ese comentario esta fuera de orden

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