Lo extraño mucho mi señor

Siempre fuiste la noche porque eras más inmenso que ella misma. En un comienzo el sol porque aparecidas y eras más inmenso que él y sin embargo, volvimos a la noche . Por que como las estrellas fugaces mire en las paredes de mi cuarto tu rostro aparecer, se llama saudade esa evocación y presencia que es más venidera con las lunas que esperaba, alguien seguro dice que es mejor así, pero yo tuve un sueño chico donde por un par de días bailabas conmigo en el mar y el sol nos hacia pequeños a ambos casi invisibles como la muerte física y tu podrías ver que tendrías siempre mi canto lejano, mi verso sencillo precioso , esfumarse en la resaca del mar, y en tus silencios futuros rendirme honor y el mar te hubiera enmudecido como a las arenas, pero solo puedo enviarte este mensaje de botella naufraga , para que sepas de mi ahogo. 



Por Pasiones de una Bitácora Literaria del 2013

No hay comentarios:

Publicar un comentario